Un Joven trabajador vale más que todo el oro del mundo

¿Qué es la Revisión de Vida?

Es la metodología que la JOC utiliza para hacer de los jóvenes de la clase obrera, militantes obreros cristiano, comprometidos en la transformación de la realidad; y con este espíritu, desarrollar a través de la acción la tarea educativa y evangelizadora.

 

Es una metodología que hace que los jóvenes de la clase obrera:

        Descubran la vida concreta obrera y las dinámicas sociales que en ella se dan.

        Se sitúen en la vida con todos los condicionamientos personales y estructurales, valores y contravalores que en ella existen.

        Opten por su clase, es decir, vayan teniendo conciencia de clase y adquiriendo los análisis, la ideología, las motivaciones, los proyectos, las organizaciones y utopías de la clase obrera.

        Entren, desde esta realidad obrera y desde la acción , en contacto con Jesús de Nazaret, con su vida, su proyecto, su palabra, su esperanza… haciéndoles pasar de una fe heredada, o de la falta de fe, a una fe consciente y comprometida con la realidad.

        Cambien de actitudes ante la vida descubierta y la acción que estén realizando. Cambio de actitudes que vendrá exigido por la misma realidad obrera y por el proyecto de Jesús.

        Se comprometan en una acción transformadora de personas, ambientes y estructuras. Y en todo este proceso de acción se va creando una nueva cultura y se va haciendo posible desde ahí, el proyecto de Dios en el mundo obrero.

Es una metodología que se practica en equipo.

        Donde los jóvenes de la clase obrera experimentan la dimensión de la comunidad, la aceptación mutua, la relación e interpelación de los otros y de Dios Padre a través de Jesucristo.

        Donde los jóvenes de la clase obrera planifican su compromiso en la vida, lo evalúan, juzgan la transformación de la realidad y van adquiriendo conciencia de pertenencia a una clase, al mundo de los marginados.

        Donde los jóvenes de la clase obrera vivencian la organización como comunidad humana; una comunidad donde lo fundamental es el desarrollo de la persona como individuo y su interrelación con lo colectivo; donde aportas y recibe elementos que le posibilitan la construcción integral de su vida.

Un estilo de vivir y actuar.

        La Revisión de Vida va creando un estilo de vivir, una manera de ser, de ver, de juzgar y de comprometerse en permanente referencia a Jesús, a su persona y mensaje y a las aspiraciones profundas de la clase obrera.

        La mitología de la acción reflexionada posibilita a los jóvenes una manera de vivir y de transformar la vida, que les configura como personas, como colectivo y como organización; haciéndoles abiertos, críticos, comprometidos con la realidad, comunitarios y seguidores de manera sencilla del evangelio, desde lo concreto y real de la vida cotidiana. Es un estilo de vivir, donde lo más importante está en que se empieza a hacer aquello que se aspira a ser.

 

        La Revisión de Vida es un estilo de acción en la lucha, donde se tiene en cuenta la capacidad de los protagonistas de la misma; donde se valoran los pequeños pasos de los compañeros, donde se ofrece la oportunidad de que los jóvenes se interroguen sobre sus motivaciones, el sentido de sus vida, y vayan perfilando la persona y el mundo nuevo que quieran construir.

"Es el método "por ellos, entre ellos y para ellos" que tiene por objeto hacer descubrir a los jóvenes trabajadores la significación y el objeto de sus existencia, su razón de vivir y de trabajar, su propia personalidad, y la misión que tiene en la sociedad desde la perspectiva de la fe".

J. Cardijn

Como metodología, la Revisión de Vida, es la forma de analizar la realidad, enjuiciarla, y darle vivencia práctica al PROYECTO y la UTOPIA. Esta metodología tiene tres momentos.

EL VER: que supone analizar la vida, observar los acontecimientos, profundizar para conocer las personas y la trama social en todas las dimensiones tanto estructurales como personales, conscientes e inconscientes.

EL JUZGAR: que supone reflexionar para contrastar la realidad con los valores que la humanidad va adquiriendo para su liberación, desde sus protagonistas fundamentales (la clase obrera y los marginados) y desde el mensaje de Jesús. Reflexionar para descubrir la presencia y la liberación de Dios en los acontecimientos. Es el momento de la escucha de los otros y del Otro, del compartir lo que se es, de la tomas de posturas, del cambio en profundidad.

EL ACTUAR: que supone una acción que transforme la realidad personal y colectiva, las actitudes y las estructuras analizadas en el Ver, y esta transformación en orden a los valores que se han asumido y la conversión profunda experimentada en el Juicio. Desde esta acción transformadora se va transformado el mismo sujeto que la realiza.

LA REVISIÓN DE VIDA

METODOLOGÍA Y PEDAGOGÍA

La revisión de vida es un método que nace en el seno de la Joc y que se ha extendido a toda la iglesia, a muchas comunidades y grupos eclesiales.

Es una  pedagogía, una metodología precisa, es un método que surgió y se practicó en el ámbito obrero, en el ambiente pobre de los jóvenes trabajadores. Ello habla de su sencillez y de su hondura. Este método  ha incorporado al movimiento obrero-trabajador a muchos jóvenes, y ha hecho que a la comunidad eclesial le entre el aire refrescante de la vida obrero-trabajador en lo que tiene de dinamismo y conflictividad, y lo que lleva de signo y fuerza del Reino de Dios.

 

Hoy es patrimonio de muchos grupos cristianos,  ya que es un método que ayuda en la educación y evangelización de los jóvenes trabajadores. De ahí la importancia para quien quiere acompañar procesos de formación de militantes en el movimiento es necesario conocer, profundizar y realizar la revisión de

vida.

 

"Ahora bien, los principios generales de una doctrina social se dinamizan generalmente en la práctica  mediante tres pasos:

primero, análisis objetivo de la situación, segundo, valoración precisa de esa situación a la luz de los principios; y tercero, actuación posible y adecuada para aplicar los principios de acuerdo con las circunstancias de tiempo y lugar. Son tres pasos de un mismo proceso que suelen expresarse con estas tres palabras: VER JUZGAR ACTUAR"

(JUAN XXIII, " Mater et Magistra"  n- 236.)

 

2.- QUE PRETENDE LA REVISION DE VIDA

 

Discurre la revisión de vida en un contexto evangelizador o misionero, dentro del marco de la pedagogía  de la acción, y por ello pretende:

 

EDUCAR PERSONAS: Hacerlas concientes, críticas, protagonistas, reflexivas.. educando también la mirada de fe sobre la vida, la capacidad de escucha y de respuesta


QUE EL MILITANTE SE ENCUENTRE PERSONALMENTE CON CRISTO

 

No solo con las verdades o valores de su mensaje, sino que también se sepa llamado, por El a estar presente de otra forma en su ambiente; es un encuentro de la persona y de la "comunidad creyente" que hace R. V.

 

FORMAR LA COMUNIDAD ECLESIAL EN LA CLASE TRABAJADORA.

 

En el grupo compartimos la vida, nos encontramos con la palabra, y de ahí pasamos a la acción, así el grupo toma conciencia que es una comunidad eclesial.

 

CREAR MILITANTES CRISTIANOS PARA EL MUNDO LABORAL Y PARA LA IGLESIA

 

Es el fin misionero de la R.V.

 

 

3.- LO QUE NO ES LA REVISION  DE VIDA.

 

Así, la revisión de vida, aunque parte de analizar la realidad, no es en modo alguno una técnica de análisis; pretende hacer contemplativos en la acción, educar a creyentes, formar militantes cristianos, descubrir los signos del Reino. De ahí que su soporte fundamental es la fe que ilumina la vida del militante y le invita a transformar la realidad.

           

La R.V no puede reducirse a una técnica  de análisis social, tampoco a una instrospección psicológica (aunque puede ayudarse de las ciencia psicológica), ni una reflexión teórica o teologíca  sobre cualquier tema, ni una metodología para elaborar planes o programas de acción. Todo esto será preciso en la R.V.  Pero reducirla a eso sería una forma de manipularla o desfigurarla.

 

La generalización de la  R.V ha desvirtuado, a veces tanto el espíritu como el método.

Por eso vamos a señalar lo que no es la  R.V.

-La R.V. no es un examen, personal o en grupo , de la vida privada.

- No es una pedagogía de acción-reflexión sin más.

- No es planificar una acción.

- No es una crítica o auto crítica en grupo.

- No es una técnica para comunicar situaciones personales o problemas.

- No es un comentario genérico de temas o hechos de actualidad.

- No es un estudio de temas sociales o teológicos ( la economía, la droga, la esperanza, la resurrección...) buscando la aplicación o exigencia que eso tiene en la nuestra vida.

- Revisar no es lo mismo que evaluar una acción o un plan.


-Hay quienes utilizan los momentos de Ver - juzgar y actuar de forma moralizante, sin leer la vida y las fuerzas sociales de opresión o liberación que hay en ella. Otros reducen la R.V. a ver y actuar, prescindiendo de una lectura trascendente, evangélica de esa realidad. Surgirán, así, personas activas o voluntaristas, pero no militentes cristianos.

 

 

QUE ES LA REVISION DE VIDA ?

 

La R. V. es el método  " por ellos, entre ellos y para ellos", que tiene por objeto hacer descubrir a los jóvenes trabajadores la significación y el objeto de su existencia, su razón de vivir y de trabajar, su propia personalidad, y la misión que tienen en la sociedad desde la prespectiva de la fe.

 

Revisar es volver a ver, a mirar de nuevo la vida, en profundidad, de manera más consciente, y desde una óptica o perspectiva de la fe; solían decir " mirar la vida con los ojos de Dios "; y tomar postura activa, militante, creyente ante esas personas o ambientes que se ha mirado detenidamente..

Se trata de una mirada contemplativa que penetra más allá de las apariencias, para reconocer el Espíritu de Jesús que está actuando en el corazón de los jóvenes obreros, en los acontecimientos de la sociedad de hoy, en la historia.

 

El objeto de la Revisión de vida.

 

Por eso, la R.V. va dirigida a las personas, y sólo ellas son objeto de la R.V. Busca el interior de las personas, pero no la intimidad, sentimiento o estado de ánimo, sino el eco que, en el interior de cada uno, provocan los hechos que acontecen a personas que viven  alrededor.

 

Pretende que las personas se encuentren consigo mismo, se abra al prójimo y Dios a partir de los acontecimientos de la vida cotidiana.

De ahí que la R. V. no siempre aporta nuevas ideas, conocimientos o análisis de la realidad, sino que más bien renueva nuestra perspectiva del mundo, de la vida, de los acontecimientos.

 

En síntesis podemos decir que la Revisión de vida es:

 

- Fundamentalmente un espíritu o estilo.

 

- Un método que forma ese estilo.

 

- Un esquema cuestionario, o reunión que puede ayudarnos a materializar lo anterior.

 

EL ESPIRITU O ESTILO DE LA R. V.

 

Es  el talante o espíritu que sostiene a todas esas convicciones básicas de la R.V. a las que haciamos referencia anteriormente.

 


La revisión de vida desarrolla, en quien la hace, unas actitudes de:

 

-  Cercanía e interés por las personas y los acontecimientos concretos de alrededor.

 

-  Escucha y contemplación de la vida en profundidad, de la presencia del Reino que " Está en medio de vosotros"

 

-  Sensibilidad ante el mal, la injusticia, el sufrimiento de la clase trabajadora, y de todos los pobres.

 

-  Dirige una mirada liberadora y de fe sobre los hechos.

 

-  Dejarse interpelar, cuestionar personalmente y comunitariamente por la vida, por Dios que nos habla desde ella y por medio de su Palabra.

 

-           Apertura al cambio permanente, a morir el hombre viejo, renovar la mirada.

 

-           Misionera, de toma de postura y compromiso permanente en la transformación personal y social, en la liberación de la clase trabajadora, en la construcción del Reino.

 

-           Valoracíon del protagonismo, de cada pequeño paso, de los procesos educativos.

 

Se puede decir que practicar la R. V. es una forma de situarse permanentemente ante la realidad ( trabajo, diversiones, amigos, barrio, comunidad. ), y por tanto la revisión de vida va formando la personalidad de un militante que más allá de las fronteras del equipo o reunión reconoce la historia humana como historia de salvación.

 

 

EL METODO DE LA R. V.

 

Es la manera concreta y pedagógica de ir formando y actualizando este espíritu de vida.

 

Sus tres momentos bien conocidos son: Ver, juzgar y actuar.

Son tres aspectos inseparables, y no tanto tres partes de un proceso; tres preguntas que, de una forma u otra se plantea quien  intenta seguir  a Jesús y ser su discípulo en medio de la vida.

Estos tres aspectos metodológicos constituyen una unidad, pero cada uno aporta algo peculiar:

 

VER.-

 

Es el momento de observar, escuchar y analizar la realidad, las personas, a uno mismo: comprender en profundidad, con la razón y el corazón; contemplar la vida y a Dios presente en ella.

 

 


JUZGAR.-

 

Es el proceso de la reflexión y valoración; de escuchar de los otros; de respuesta a la llamada que Dios nos dirige, aquí y ahora.  El juzgar evangélico es el corazón de la R.V.

 

ACTUAR.-

 

Es la forma de materializar la respuesta a esa llamada que hemos escuchado; es el momento de concretar el compromiso liberador con los pobres, con la clase trabajadora, con los jóvenes.

 

LOS MOMENTOS FUNDAMENTALES DE LA REVISON DE VIDA

 

 

VER: La atención a lo real.

 

Qué pasa allí donde yo estoy viviendo?

Cómo me sitúo y reacciono ante lo que está pasando?

 

 

El primer momento gira en torno a la realidad que ocurre alrededor: hay que salir a lo concreto del trabajo, del grupo de amigos, nuestro barrio, el equipo de acción, para saber qué está ocurriendo ahí.

 

Ver significa tomar la vida en las manos, y pararse ante ella:

 

A conocerla en profundidad, en sus causas, en su historia,

 

Para aprender de ella, en actitud de escucha.

 

Para reencontrar a las personas que se mueven en esos hechos y situaciones.

 

Para captar el misterio, la vida, el acontecimiento que se esconde detrás de cada hecho, situación persona, que se está viviendo.

 

Para dejarse impactar por la presencia de Dios que se adivina detrás de cada acontecimiento.

 

Por eso no podemos reducir el Ver en la R. V. a:

 

Un buen análisis social.

 

Un análisis personal, o psicológico.

 

Una lectura espiritual o de fe sobre los hechos.

 

El ver de la R. V. implica mirar desde una triple perspectiva:

 

El ver exterior Busca la cara mas material, objetiva, estructural, social del hecho o situación presentado.

Se necesita conocer y análizar la materialidad de las situaciones, problemas, experiencias para no perderse en suposiciones, opiniones, sentimientos.

 

El ver interior lleva a detenerse en el corazón y la experiencia de cada una de las personas que aparecen ahí: qué sienten, cómo viven ese hecho, qué esperan, por qué reaccionan así, etc.

Esa situación vista,  cómo resuena en cada una de las personas que toman parte en ella?

 

El ver en profundidad (ver espiritual o trascendente), quiere mirar desde la fe esos acontecimientos y personas:

 

.           Cómo ve Dios esta situación?


.           Cómo se revela Dios en estos acontecimientos?

.           Cómo reconocemos a Dios en medio de esas personas?

 

En el proceso del VER se ha de tomar estas tres perspectivas, si no se quiere desvirtuar la originalidad de la R.V.

 

Comenzamos la R.V. viendo hechos, situaciones o acciones concretas vividas por nosotros, y no ideas, temas o problemas generales.  A menudo nos ocurre que "no encontramos hechos", o los que encontramos "nos parecen insignificantes".

 

No hay hechos insignificantes si somos capaces de captar en cada uno de ellos "el acontecimiento".

 

Esta palabra acontecimiento es clave para comprender bien el sentido y espíritu de la R.V.

 

En este contexto, qué entendemos por acontecimiento?.  No es lo mismo hecho, acción o experiencia que acontecimiento.  Aquello de significativo, de interrogador, de signo que hay en el fondo de cada hecho es el acontecimiento.  El hecho o situación analizada puede ser sencilla o expectacular, pero la atención en la R.V. va dirigida a ese acontecimiento que hay detrás de la acción.  El acontecimiento va ligado a las personas que aparecen en la situación que estamos viendo, y solamente desde un VER en profundidad, podemos reconocerlo.  Todo acontecimiento es para nosotros una llamada, signo, presencia o palabra que Dios nos dirige desde lo inmediato de la vida.

 

Cuando tras el hecho o situación vista, no descubrimos el acontecimiento, reducimos el VER al análisis de un problema o de una cuestión social.

 

El acontecimiento que hemos visto nos dará pie para juzgar.

 

 

JUZGAR: el juicio evangélico es el corazón de la Revisión de Vida.

 

Mi forma de situarme ante estos hechos,

acciones o acontecimientos, y la misma situación que hemos descubierto, en qué

medida me impide o me permite vivir como

Jesús vivió?

 

Puesto que este momento es clave en la R.V. es importante comprenderlo bien, para evitar equívocos de convertirla en algo que no pretende ser.

 

El JUZGAR es un momento personal y comunitario de expresión, manifestación, escucha, encuentro, conversión, toma de postura por parte de cada una de las personas que participan en la R.V.

 

El juicio no es prioritariamente una confrontación teórica o una clarificación ideológica sobre los temas, situaciones o actitudes que han ido apareciendo en el VER.

 


Es, más bien, un momento de contemplación, de escucha, de conversión, desde la vida al encontrarnos con el testimonio, la palabra y la persona de Jesús, y con las aspiraciones, valores y proyectos del Movimiento Obrero.

 

Todo este proceso del JUZGAR, pedagógicamente lo hacemos en tres momentos o espacios.

 

Nuestra experiencia personal

 

Es importante que una vez visto el hecho o situación, consecuencias, cada uno digamos nuestra propia palabra:

 

.           Qué pienso yo de todo esto? por qué pienso así?

.           Qué sentimientos, actitudes me brotan?

.           Cómo me gustaría que fuesen o viesen esas situaciones, problemas?

 

Hay que deshacer los tópicos, y perder el miedo a decir nuestra opinión.

 

Y en este momento es también necesario conocer, valorar, dejarnos interpelar por el pensamiento y acción de otros militantes, de otros movimientos de la clase trabajadora, en su larga y apasionante historia de liberación.

 

 

 

 

El juicio evangélico es el corazón de la R.V.

 

El juicio de la R.V. se realiza en clave de encuentro: es un encuentro personal con Jesucristo; y no una valoración moral, desde el Evangelio, de los hechos y actitudes descubiertos anteriormente.

 

.           Qué piensa o mejor cómo se sitúa Jesús ante estos acontecimientos?

.           Desde qué claves o actitudes profundas vivió Jesús ante este tipo de situaciones o personas?

.           El juicio es por tanto un camino de encuentro con la Verdad de la vida, para dejarse transformar por ella.

 

"Respondió Jesús:

 

-Yo soy el camino, la verdad y la vida".

 

Hay en el juicio un momento en que nuestra vida, la actitud vivida en esos hechos choca o entra en contacto con la experiencia de Jesús, de forma que nos aporta luz, sentido, motivación, esperanza, una manera nueva de comprender a esas personas, o de situarnos ante esos acontecimientos, ante el ambiente: Es este el núcleo del juicio evangélico.

 

Jesús provoca reacciones en las personas que se encuentran con él.

 

Todo esto requiere:

 

Un conocimiento de Jesucristo y del Evangelio, no sólo en los detalles más anecdóticos o superficiales. 


No se trata de algo automático: conectar una frase del Evangelio con un detalle o actitud del hecho analizado.  Si carecemos de un conocimiento de Jesucristo y de su Evangelio, difícilmente pondremos en contacto o sintonía su experiencia con la que nosotros vamos teniendo de la vida.

 

Unas actitudes y clima de silencio, escucha, contemplación, acogida de la palabra, sinceridad, espontaneidad, oración, sin prisa.

 

La aportación por parte del responsable, el asesor o animador (sobre todo de los grupos que comienzan).  De ese texto, parábola o testimonio de Jesús, que atraviesa los hechos analizándolos, y nos provoca, invita, estimula, interroga, admira.

 

 

 

 

Llamada-Respuesta-Compromiso

 

Esa palabra, testimonio o valor evangélico que atraviesa los hechos y actitudes expuestas no se proyecta al vacío, sino a cada uno de los que están poniendo su vida en esa Revisión.  Y reclama respuesta, cambio, conversión, nueva toma de postura para que nuestros caminos sean los caminos del Reino.

 

No se trata sólo de aprender o formarse, sino de hacerse otra criatura; criatura nueva a la medida de Cristo y de la clase trabajadora.

 

El juicio abre un proceso de acción que arranca, no en los otros, sino en nosotros mismos; el objetivo primero no es arreglar un problema o transformar una situación; sino "como debo ponerme en marcha o en qué debo cambiar para que surja una nueva situación a mi alrededor".

 

En ocasiones el juicio de la R.V. puede ser también un espacio comunitario de oración y celebración de la Fe.

 

ACTUAR: Volver a la vida para transformarla

 

De acuerdo con todo lo anterior,

qué debo hacer? qué voy a cambiar?

 

El compromiso en la R.V. es fruto y resultado del cambio interior que se ha ido produciendo en el VER y, sobre todo, en el JUZGAR.  Por eso, si la R.V. va haciéndose bien, brotará el compromiso con cierta espontaneidad, sin que aparezca como algo impuesto, artificial, o que no surge de su propia dinámica.

 

 

El compromiso que surja estará siempre al nivel de conciencia y capacidad de cada grupo; materializándose en actos concretos para evitar que la R.V. se reduzca a un proceso de concientización o intimismo.

 

El ACTUAR es el trabajo por el Reino mediante la transformación de nosotros mismos, de las personas de nuestro ambiente, y de las estructuras sociales.


"No basta decir -Señor, Señor- para entrar en el Reino de Dios, no hay que poner por obra el designio de mi Padre del Cielo".  Mt. 7, 21

 

Si en VER nos hemos quedado sólo en lo exterior de nuestro actuar, será tan sólo un arreglo de situaciones personales o problemas sociales.  Y ese no es el objetivo de la R.V.

 

La acción ha de tener también una dimensión misionera y evangelizadora.

 

Por eso no podemos plantearnos la acción sólo desde una perspectiva de eficacia social, sino desde el proyecto del Reino de Dios en el que la eficacia no es el primero ni el único de los valores.

 

El compromiso a menudo será bien concreto y sencillo; en el proyecto del Reino, y dentro de una tarea educativa, hemos de aprender a reconocer la grandeza y el acontecimiento que se esconde detrás de cualquier compromiso por sencillo que parezca, con tal que apunte en la dirección del hombre nuevo y sociedad nueva del Evangelio.

 

La acción puede dirigirse o centrarse en cualquiera de los ámbitos que compone la vida:

 

-           En el cambio personal (actitudes, formación, etc)

-           En la transformación de las estructuras sociales.

-           En la relación y transformación de las personas de nuestro ambiente.

-           En las actividades o campañas del Movimiento o del propio grupo.

-           En actividades eclesiales, de la comunidad.

 

Es verdad que la acción transformadora, la acción educativa, el compromiso en la clase trabajadora, tiene su propia dinámica, técnica y pedagogía, que necesitamos conocer, para no pecar de voluntaristas e ingenuos en nuestro compromiso militante

COMO HACER LA REVISION DE VIDA?

La Revisión de Vida se realiza en equipo y requiere un cierto esfuerzo de fidelidad a los momentos fundamentales del método.

Por tanto es preciso conocer el método e identificarse con el espíritu de la R.V.

La R.V. debe ser fecunda, más que perfecta.  Es un error pensar que lo fundamental es seguir literalmente cada uno de los pasos o cuestionarios del método.

En la R.V. deben incorporarse todos los miembros del grupo y no sólo aquel que ha presentado el hecho o acción.

Es muy conveniente que nos acompañe, sobre todo al principio, alguna persona que tenga experiencia en ello.

Cada R.V. no se improvisa, sino que debe ser previamente preparada por los miembros del grupo.

La presencia en los ambientes y el espíritu permanente de observación de la vida nos facilitan el descubrir los hechos, situaciones o acciones que aportamos a la R.V.

La periodicidad, puntualidad, serenidad en el tiempo de reunión, colaboran en dar mayor profundidad a la R.V. e igualmente el comenzarla con un tiempo de silencio, oración, interiorización.

Cuánto tiempo dura una R.V.  

No es posible responder precisamente a esto, ni ponerle un tope, máximo o mínimo a la R.V.  Estará en función del hecho o situación elegida, del número de miembros del equipo y de la madurez del propio equipo; si bien a grandes razgos podemos decir que un grupo de jóvenes en menos de un par de horas difícilmente entrará con cierta hondura en la vida; y por otro lado, una R.V. puede ser algo inacabable, que lleve a perder el hilo de una reflexión que se interrumpe e inicia repetidas veces.

 

SEÑALEMOS ALGUNOS ASPECTOS PUNTUALES EN EL DESARROLLO DEL METODO DE LA R.V.

VER.

 

  • Partimos de hechos de la vida, situaciones concretas o acciones que afectan o en las que participan los miembros del grupo.
  • Hechos, situaciones, acciones de cualquier aspecto de la vida:  trabajo, pareja, familia, iglesia, desocupación, etc. tanto positivos como negativos.
  • No partimos de temas, de situaciones personales, problemáticas, o casos " difíciles ".
  • Quién aporta los hechos ? Todos los miembros del grupo presentan uno o varios hechos a revisar, explicándolos brevemente, comentando el aspecto que destacan o por qué les gusta revisarlo.
  • Entre todos eligen uno de los hechos o acciones a revisar.
  • Cuál elegir, qué criterios tener en cuenta para la elección ?
  • El que más afecte o interese al grupo, el que tenga un mayor interés o urgencia, aquel que recoja aspectos no revisados en ocasiones anteriores, o aquel que preocupe especialmente a algunos del grupo.

 


Una vez determinado el hecho que va a centrar la revisión, el que lo ha presentado lo comenta más ampliamente- en un contexto de diálogo para que todos conozcan mejor la evolución o génesis de ese hecho o acción. Conviene señalar en qué aspectos o dimensiones de esa situación vamos a centrar prioritariamente la revisión, para no perdernos en una multitud de aspectos, matices, problemas. Y entramos todos a VER o analizar.

 Analizar la situación, las actitudes que allí se manifiestan o viven las personas, las causas y consecuencias ( personales, ambientales, estructurales, culturales, etc. A menudo habrá que echar mano de conocimientos de sociología, psicología, de análisis de juventud, de la historia del movimiento obrero,, etc. para que el análisis que vamos haciendo, gane en objetividad científica y profundidad humana. Es muy importante que progresivamente se vayan implicando y participando todas las personas del grupo; y a la vez ir globalizando o universalizando el hecho, situación, actitudes que van apareciendo.Una forma de entrar en esta dinámica es aportar cada uno hechos o situaciones similares que vive o que ocurre en su ambiente. No se trata de aportar hechos materialmente parecidos, sino situaciones concretas, personas, experiencias nuestras en que aparecen los mismos valores, actitudes, defectos, o otros aspectos que en el hecho analizamos.

 

Si cada uno aporta su experiencia y se implica en este momento más de lleno en la revisión, luego ya será posible que el juicio toque la vida de cada uno en vez de referirse únicamente al hecho elegido. Si progresivamente no se van implicando todos personalmente en la revisión estaremos avanzando en falso.El ver nos hace mirar hacia fuera, a los demás y nos hace responder cada uno a esa pregunta clave  " y yo cómo me situó, reacciono ante esta situación, ese hecho, esas personas?

 

Concluimos este primer momento de la R.V. señalando el "acontecimiento", las claves, los valores o contravalores que forman el núcleo de estas situaciones, las experiencias fundamentales que se están viviendo.Con ésto y no tanto con las anécdotas o problemas expuestos, ha de pasarse al "juicio" que seguidamente vamos a realizar.

 

 

JUZGAR

 

El juzgar requiere un trabajo más paciente, sereno, auque no tiene que ser  complejo o difícil. Ha de desarrollarse en un contexto de diálogo, más que de debate o de respuesta a cuestionarios. El acontecimiento, las claves fundamentales o experiencias vitales son los que dan pie al JUZGAR.

  • Es un primer momento: nuestra palabra personal,  qué pensamos cada uno ante estos hechos, ante sus causas, ante las reacciones o actitudes de las personas implicadas?
  • Escuchar la palabra y la experiencia de otros. Podemos comentar qué piensan , cómo actúan  otras personas grupos, el movimiento obrero, etc. ante situaciones similares.
  • Qúe piensan o hacen otras asociaciones juveniles? si hemos abordado un hecho o problemática juvenil.
  • Qué piensan  los sindicatos, el movimiento obrero, si hemos abordado un hecho laboral, o referente al desempleo, o a las condiciones de vida del trabajador.
  •  Cómo reaccionan otras comunidades, grupos cristianos? Si hemos elegido una situación que hace referencia al mundo eclesial.
  •  Qué piensan o como se sitúa Jesús ante estas situaciones o personas?  Qué valores del Reino se potencia o se aplasta ahí?

 

Teniendo encuentra que el objetivo no es elaborar criterios evangélicos, sino responder a esta pregunta fundamental: "mi forma de situarme, la misma situación descubierta, en qué medida me ayudan o me impiden vivir como Jesús vivió?

 

Todo esto podemos facilitarlo:

  •  Aportando textos bíblicos, actitudes de Jesús, experiencias de otros creyentes, la palabra de la Iglesia, y comentándolas.
  • Confrontándolos  con el proyecto de Hombre y Sociedad nuevos.
  • Cada uno debe dejarse interpelar, y expresar cómo él se siente llamado, interrogado, agradecido, en qué debe convertirse o cambiar, qué necesita o espera de los demás.
  • Dejar un espacio de silencio, detenernos un momento ayudará a encontrarnos con nosotros mismos e interiorizar la Palabra y el acontecimiento.

 

ACTUAR

 

De lo anterior brotará con naturalidad la respuesta, la exigencia, el compromiso, la acción a llevar a cabo, la actitud  a consolidar o transformar.

  • Señalando valores del Reino que ahí aparecen o se imponen.
  • Conectándolo siempre con el "acontecimiento", las claves, las actitudes, nuestra manera de situarnos ante todo esto.
  • Ha de ser un momento de serenidad, escucha, oración, acogida comunitaria, interpelación mutua.


El compromiso de cada miembro de grupo guardará lógicamente relación con los hechos similares en que él se haya visto implicado, o con las situaciones en que se ha sentido interpelado. Por eso quien, a mitad de camino se haya descolgado de la R.V. le será difícil concretar su compromiso.

 

Todos deben concretar en cada R.V. un compromiso?  La revisión de vida no es algo inflexible o automático; es preciso no quedarnos en buenos deseos o generalidades; se han de concretar las cosas, pero no siempre será imprescindible materializar en detallles cada compromiso. La acción o compromiso irá dirigida a los campos, ambientes, actitudes, personas, con las que el militante vive o se relaciona habitualmente. La acción tiene su propia dinámica; por esos hay que concretar los objetivos, pasos, medios, personas, que nos marcamos para llevar a cabo lo que nos proponemos

 

Al final conviene concretar cuándo revisaremos los compromisos o acciones que  nos hemos marcado

 

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