La JTCE (Juventud Trabajadora Católica del Ecuador) es un movimiento organizado de los jóvenes y para los jóvenes, de ambientes populares entre 16 y 30 años, inquietos por la realidad que vivimos: inseguridad de cara al futuro, estudios que no garantizan la ocupación, precariedad e injusticia en el trabajo, degradación de la persona y del ambiente en nuestra sociedad, exclusión social, violencia,...
No queremos ser simples espectadores pasivos de esta realidad, sino que queremos intervenir y transformar la realidad que vivimos de una manera organizada.
Es por tanto, un movimiento educativo y evangelizador. Este proceso lo desarrolla por medio de la acción, realizada y dirigida por los propios jóvenes, a través del método de la revisión de vida y la acción campaña. Es un movimiento misionero que anuncia y realiza el mensaje y la salvación de Jesucristo a la persona de cada joven y al ambiente de los jóvenes obreros.
La presencia y acción evangelizadora la JOC la lleva a cabo en diferentes contextos como el barrio el lugar de trabajo de los militantes, la parroquia, con amigos, etc.
La fidelidad a la clase trabajadora: la JTCE arranca en su origen del grito de los jóvenes trabajadores, de su explotación por horarios extenuantes y la humillación social. La JTCE forma parte de este pueblo explotado. Su aportación específica consiste en ser un movimiento educativo. Esta característica es para la JTCE esencial y determinante; junto a la juvenil, indican el ambiente, el contexto y la cultura en la que viene a insertarse la fe cristiana.
La fidelidad a la Iglesia: la JTCE aporta su propuesta cristiana específica como un proceso de liberación de los jóvenes trabajadores. Ofrece a los jóvenes la posibilidad de conocer y creer en Jesucristo, hombre libre y liberador, crucificado y resucitado por el Padre, signo definitivo del amor de Dios. Esta experiencia de fe se vive tanto en la pequeña comunidad (equipo de militantes) como en la gran comunidad de la Iglesia. Históricamente esta profunda experiencia y sentido eclesial ha hecho que la Iglesia reconozca la JTCE como auténtica Acción Católica, una Acción Católica especializada.
La JTCE es un movimiento autónomo, dirigido y organizado por los propios jóvenes: un movimiento de seglares, laicos. Y a su vez es un movimiento que se dirige a la masa, no a un grupo selecto de jóvenes.
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